Contienen a marcha contra gentrificación

Con una presencia mucho menor de manifestantes, la autodenominada Tercera Protesta Anti-Gentrificación concluyó luego de que los colectivos que la convocaron desistieron de llegar a la Embajada de EU, entre reclamos por la presencia de elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC).

Desde el principio de la marcha, que arrancó en el Hemiciclo a Juárez, los organizadores buscaron evitar el operativo.

Primero se dirigieron en sentido contrario de la sede diplomática, al enfilar hacia el Zócalo y, una vez ahí, dieron media vuelta de nuevo hacia el Hemiciclo, de donde intentaron llegar a Paseo de la Reforma.

Al avanzar por Calle 5 de Mayo, vialidad en la que no se colocaron vallas metálicas, algunos establecimientos bajaron sus cortinas, al tiempo que agentes de la SSC contenían a los manifestantes para que no se acercaran a los negocios.

"Le solicitamos que retire a los elementos policiacos", reclamaba uno de los organizadores al Subsecretario de Gobierno local, Fadlala Akabani, quien pidió llevar a cabo una movilización pacífica al arrancar la misma.

Al llegar al cruce de Balderas y Juárez, a tres cuadras de Reforma, el contingente, conformado por alrededor de 200 personas, se detuvo.

Los participantes volvieron a demandar que se retirara a los elementos de la SSC y, al no conseguirlo, se dirigieron hacia la estación Juárez del Metro, donde, en un primer momento, agentes les cerraron el paso, lo que escaló a conatos de enfrentamiento.

El grupo logró acceder y al interior del Metro hicieron pintas, antes de dispersarse.

El reforzamiento de la seguridad era visible desde horas antes. Tanto Paseo de la Reforma como Avenida Juárez amanecieron amurallados, especialmente, en zonas donde se ubicaban establecimientos comerciales.

Lejos de retirar a los elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), el operativo, que incluyó la participación de un grupo de Diálogo y Convivencia de la Secretaría de Gobierno, aseguró entre algunos de los manifestantes objetos como pintura de aerosol, bates, cadenas y martillos, lo que provocó conatos de enfrentamiento.

Desde el inicio, la marcha desistió de dirigirse hacia la sede consular. En cambio, los grupos avanzaron hacia el lado contrario y enfilaron al Zócalo.
En la marcha, jóvenes reclamaron por la proliferación de edificios enteros que se utilizan para alquileres de estancias cortas mediantes plataformas.

"Muchos edificios que antes eran departamentos, oficinas u hoteles se han convertido en inmuebles dedicados exclusivamente a la renta de estancias cortas, o sea, Airbnbs, y en ese proceso se han desplazado a familias", reclamó Leonardo, un joven que cargaba con una cartulina en la que se leía "El Centro no Está en Venta".

Los manifestantes debieron caminar por Calle 5 de Mayo para ingresar al Zócalo. Aunque la vialidad no había amurallada, los policías contenían al contingente para no acercarse a los establecimientos, de los cuales la mayoría optó por bajar las cortinas, así como retirar el mobiliario colocado sobre las banquetas.

Un policía pidió a una pareja de turistas ingleses que se replegaran hacia Calle Bolívar.

La protesta llegó frente al Zócalo, donde minutos antes se había realizado un evento por los 700 años de la fundación de Tenochtitlán. Los manifestantes se detuvieron en Calle Monte de Piedad y los voceros del grupo pidieron regresar al Hemiciclo a Juárez.

Para ese momento ya evaluaban dispersarse.

Al llegar al cruce de Balderas y Juárez, a tres cuadras de Reforma, el contingente, los participantes volvieron a demandar que se retirara a los elementos de la SSC y al no conseguirlo se dirigieron hacia la estación Juárez del Metro, donde, en un primer momento, agentes les cerraron el paso, lo que escaló a jaloneos.

El grupo logró acceder y al interior se realizaron pintas. La estación fue cerrada por los manifestantes momentáneamente y, tras unos minutos, la movilización terminó dispersándose y algunos de los participantes terminaron subiendo en un mismo tren hacia el sur.