25 nov 2025
Preconsulta para sistema de cuidados en CDMX arranca esta semana
Preconsulta para sistema de cuidados en CDMX arranca esta semana; pacto birregional llama a garantizar este derecho
Tras la presentación de una iniciativa de ley en la CDMX para crear un sistema de cuidados, esta semana comienza una preconsulta general. La suma de México a un pacto birregional pone de relieve la necesidad de garantizar políticas públicas y financiamiento.
A partir del miércoles 26 de noviembre, en la Ciudad de México arrancará una etapa de consulta previa para la creación de un sistema de cuidados, tras la presentación de la iniciativa de ley que la jefa de gobierno, Clara Brugada, dio a conocer el pasado octubre.
Esta etapa no abordará aún los detalles específicos de la iniciativa, que activistas y especialistas han llamado a revisar sobre todo directamente con grupos prioritarios —como infancias, personas con discapacidad y mayores—, sino que se tratará de conocer, por lo pronto, las necesidades generales que tiene la ciudadanía sobre el tema.
La idea es que en las mesas de consulta pueda conocerse en términos generales qué cuidados se necesitan más, cuántas horas se invierten en estas tareas, o si las personas habían escuchado hablar sobre el sistema de cuidados, por ejemplo, comenta en entrevista la diputada local Cecilia Vadillo, presidenta de la Comisión de Igualdad y Género en el Congreso capitalino.
Como parte de esa preconsulta, en la semana se llevarán a cabo dos foros: uno el miércoles 26 en la Utopía Meyehualco, en Iztapalapa, de 10 a 19 horas, y el otro el viernes 28, en el Museo Rule, en la alcaldía Cuauhtémoc, con el mismo horario.
“El objetivo es escuchar a la sociedad civil que lleva mucho tiempo trabajando en estas cuestiones, eso es por un lado, y luego también abrimos el miércoles nuestro micrositio que tiene los videos, un cuestionario, todo para que las personas que lo quieran hacer a distancia puedan acceder, y por último, a partir del lunes 1 de diciembre vamos a estar en diferentes alcaldías, en dos mesas al día recibiendo opiniones”, añade.
El calendario será publicado en el micrositio, para quien quiera asistir de manera física a emitir su opinión durante las próximas tres semanas. Esta etapa es una preconsulta, y hasta el próximo año se iniciará como tal la consulta del predictamen, un proceso con todas las fuerzas políticas en la capital, pues todas ellas habían presentado iniciativas previas a la de la jefa de gobierno, retomadas en su documento.
“Estamos generando un predictamen considerando y tomando en cuenta las diferentes observaciones y visiones que están en las otras iniciativas, complementando la de la jefa de gobierno.
Eso es lo que someteremos a consulta en enero, para ir con asambleas. Ahí lo que haremos son audiencias públicas: vamos a ir a las 16 alcaldías a escuchar la opinión de las personas sobre el predictamen propiamente; igual tendremos micrositio”, asegura.
Los puntos para cada una de las alcaldías en relación con la consulta específica, que quedará para el año próximo, también serán publicados en el micrositio.
Por otro lado, están en proceso de organización diversas mesas sectoriales con los grupos prioritarios, que sucederían a partir de enero, para lograr primero, dice Vadillo, la máxima difusión y publicidad de la consulta.
La aprobación final de la iniciativa, hasta ahora, se prevé aproximadamente entre finales de enero y principios de febrero, a inicios del siguiente periodo legislativo del Congreso de la Ciudad de México, y hasta que existan todos los consensos. Para ello, funciona de manera paralela un órgano técnico compuesto por organizaciones de la sociedad civil y dependencias, que avalará cada convocatoria y aspecto.
Con la iniciativa, recordó, se busca liberar tiempo de las personas cuidadoras, en su mayoría mujeres, así como dignificar esas tareas mediante su inclusión en el mercado laboral y el avance de su certificación. Al mismo tiempo, también tiene que ver con la dignificación de los espacios de cuidados.
“Los cuidados, a pesar de que son muy difíciles de conceptualizar, luego no los entendemos bien, cruzan nuestra vida de manera profunda, íntima, y volverlos un tema público es fundamental para cambiar las vidas de las personas que reciben y brindan cuidados”, añade.
Según los acuerdos emitidos por el Congreso para dar seguimiento a la iniciativa, entre el 31 de octubre y el 3 de noviembre las personas legisladoras, equipos técnicos, personal administrativo y participantes en la organización del proceso de consulta recibieron talleres en materia de prácticas inclusivas y respeto a los derechos humanos.
Pacto birregional por cuidados: necesidad de políticas tangibles y financiamiento
Mientras la creación del sistema de cuidados en la Ciudad de México entra en etapa de consulta previa, en la región los compromisos internacionales han crecido con la firma de una declaración conjunta suscrita por 27 Estados miembros de la Unión Europea y 16 de América Latina y el Caribe.
En esta, un total de 43 Estados, incluyendo el mexicano, se comprometieron a contribuir e impulsar políticas públicas y las medidas correspondientes para garantizar los sistemas integrales de cuidados, que el empleo de las personas cuidadoras se formalice y se lleve a cabo en condiciones dignas, con estándares de derechos humanos, trabajo decente y normativos de la Organización Internacional del Trabajo.
“También es una manera de comprometerse formalmente con la igualdad sustantiva de género. En agosto de este año en México se celebró la Conferencia Regional de la Mujer,y ahí se adoptó el compromiso de Tlatelolco, en el que se hacía referencia a este pacto en concreto, el pacto birregional por los cuidados.
Hacía un llamado a los Estados a adoptar este compromiso”, puntualiza en entrevista Inma Alonso, responsable de las relaciones UE-América Latina y el Caribe y de financiación para el desarrollo en la Coordinadora de Organizaciones para el Desarrollo de España.
A ello se sumó este año la opinión consultiva 31/25 de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en relación al derecho al cuidado, cuidar y el autocuidado.
En esta se hace un llamado a los Estados a garantizar de manera efectiva, progresiva y con enfoque interseccional el cuidado, al tratarse de un derecho. El pacto birregional tiene la carencia de no reconocer como tal el derecho, pero sí al cuidado como un bien público, así como la contribución de los cuidados al sostenimiento de las sociedades.
“En ese sentido, los Estados deberán actuar en consecuencia para mejorar las condiciones de personas migrantes que cuidan o que se dedican al trabajo formal o informal de cuidados; hace un llamado a formalizar el trabajo de cuidados para que no solo sea no remunerado, y sobre todo para que de manera directa también se contribuya a mejorar las condiciones de las miles de millones de mujeres que en todo el mundo asumen la carga no remunerada, que al final es muy desigual y lo que hace es lastrar la capacidad de las mujeres para tener una plena autonomía física, económica y política”, agrega Alonso.
En marzo de este año, Animal Político publicó la serie de reportajes titulada “Cuidadoras sin oportunidades: marginación con rostro de mujer”, que documenta cómo en México 19.6 millones de mujeres no están en el mercado laboral por cuidar, mientras que 80 % de las personas jóvenes que no estudian ni tienen empleo formal son mujeres, y la mayoría de ellas pierde esas oportunidades por dedicarse al cuidado.
Para la activista, feminista y socióloga Tania Sánchez, directora de la Coordinadora de la Mujer en Bolivia, el pacto busca poner a los cuidados en el centro de las relaciones entre América Latina, el Caribe y la Unión Europea. Su importancia radica en que plantea que se reconozca el cuidado como un derecho, una necesidad social y una responsabilidad colectiva, no como una carga individual solo de las mujeres.
Esto debe traducirse en una agenda política, fiscal y económica que impulse la redistribución del tiempo, del trabajo y de los recursos en un contexto de crisis múltiple en ambas regiones.
En su opinión, representa también una oportunidad para redefinir modelos de desarrollo, promoviendo justicia social, igualdad de género y cohesión social entre ambas regiones.
El trabajo de cuidados en las dos zonas llega a representar, en promedio, el 21 % del Producto Interno Bruto de los países. Sánchez recuerda que invertir en los cuidados mejora la vida cotidiana de millones de personas, pero especialmente de las mujeres, que hoy sostienen esa carga no remunerada. Para ello, las políticas de cuidado deben estar bien financiadas.
“Además, un sistema de cuidados sólido reactiva la economía, genera empleos, incrementa ingresos fiscales y mejora el bienestar social.
En definitiva, el pacto puede transformar las condiciones materiales de vida reconociendo y redistribuyendo el trabajo que sostiene la vida. Para América Latina esto implica reconocer otras formas de cuidar, y otras prácticas más allá de los servicios; los cuidados comunitarios también sostienen en momentos de crisis”, señala.
Las especialistas no dejan de remarcar que esto dependerá mucho de la voluntad política y el compromiso financiero de ambas regiones. Desde la sociedad civil existe un acuerdo amplio y creciente sobre la necesidad de avanzar hacia sistemas de cuidado sostenibles, inclusivos y con justicia fiscal.
El desafío ahora es convertir los marcos normativos en compromisos tangibles y con financiamiento sostenido. Además, Alonso destaca la necesidad de que está financiación sea pública, pues aunque algunos actores privados podrían intervenir, es importante prevenir que el acceso a los cuidados no esté supeditado al poder adquisitivo, pues entonces no se estaría hablando de un derecho, sino de un privilegio.
Lo ideal, añade, es que dentro de dos años se haga una evaluación del pacto birregional por los cuidados para ver cómo se ha cumplido, o si otros Estados se han adherido, pues en América Latina se trata de 16 de 33.
Por otro lado, un informe de seguimiento al monitoreo permitiría rastrear qué se ha invertido y realizado, y cómo se ha avanzado hacia una igualdad sustantiva de género mediante estas políticas.

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